Las personas siempre vamos en busca de obtener una serie de metas u objetivos en la vida. Algunos de esos objetivos son insignificantes y los perseguimos inconscientemente, pero otros nos funcionan de guía para dirigir nuestra vida. La pregunta clave es: ¿Aplicamos un tiempo pausado a reflexionar por qué y para qué realizamos las cosas? dicho de otra manera: ¿Nuestra vida avanza a base de impulsos sin sentido, o nos detenemos a pensar lo que queremos llegar a ser y como obtenerlo? La mayoría de los seres humanos ni siquiera han establecido un objetivo claro en su vida. La vida es un sendero con muchas dificultades. A veces sabemos qué camino tomar y otras veces dudamos. Para no deambular por ese camino sin sentido, hay que detenerse y pensar un poco a qué lugar deseamos llegar y cuáles son las rutas que hay que tomar para lograr la meta. Ésta es la única forma de ser dueños de nuestro propio camino, o al menos de la parte del camino que podemos dominar. El proyecto de vida es como
